Enseñanzas de Meishu Sama: Ley del orden
Dios es Orden. Entonces, cuando se transgrede tan profundo principio, especialmente en el campo de las relaciones sociales, nada transcurre bien. Ante ese hecho, se hace fundamental que tengamos conciencia de la Ley del Orden.
A fin de entender mejor ese proceso de prioridad, pongan atención a lo siguiente: de acuerdo con un proverbio chino, existe una distinción entre los miembros de un matrimonio y aún una línea de precedencia de los viejos en relación con los jóvenes, hecho que lleva al establecimiento de una estrecha ligazón entre orden y cortesía.
Observando también a la Naturaleza, podremos notar que nada deja de obedecer a un esquema bastante preciso. Primavera, Verano, Otoño e Invierno siempre se suceden en la misma secuencia. Proceso semejante ocurre con el despuntar de los días y de las noches y con el crecimiento de las plantas. Las cerezas, por ejemplo, jamás florecen antes que las ciruelas.
Idéntica postura de precedencia deberá nortear la manera correcta de actuar con respecto a nuestra práctica religiosa. Nada se gana con elevar plegarias a Dios después de haber realizado las tareas cotidianas, porque, en este caso, el trabajo se transformó en la actividad principal, habiendo sido la divinidad relegada a un plano secundario. Lo mismo se aplica a las personas que van a recibir Johrei. Deben, primero, ir al Templo para, después, dedicarse a las demás actividades. Actuando así, percibirán los efectos benéficos de la Luz de Dios con mucha más rapidez.
Extracto del Libro: Meishu Sama, Evangelho do Céu, volumen II -Sabedoria- pág. 56 (versión en portugués).