Cultivo del café sin pesticidas

Relato del Sr. João Pereira Lima Neto, ingeniero civil, cafecultor en la ciudad de Mococa, en el Estado de São Paulo. Año 1998.

Hoy me siento muy feliz con el trabajo que estamos realizando. Aún mejoraremos bastante. Nuestras plantaciones presentan actualmente un gran defecto: pocos árboles. Eso se debe a nuestro antiguo concepto de la agricultura. Sin embargo, estoy deseando introducirlos en mayor número. Ya he notado, desde hace algún tiempo que, en los lugares donde existen en mayor cantidad, las plantaciones se desarrollan mejor. Es un trabajo que realizaremos y quedará muy bonito. Así, proporcionaremos a las plantas no sólo sol, sino una sombra controlada, a través de los árboles más amigos del café. Ya los estamos investigando para colocarlos en las plantaciones. Por ejemplo, ahora sabemos que hay algunos cuya sombra le gusta mucho al café. Entre ellas, un tipo de siringueira, de pinera y de palmera. Hay, con todo, algunos que el café detesta, como, por ejemplo, un árbol llamado Copaiba y otro denominado Flamboyant.

 

Por lo tanto, poco a poco, investigaremos y mezclaremos con árboles nuestra plantación, tratando así de producir un café cada vez más puro. Ya estamos en busca de ese objetivo, desde hace treinta meses, pero está claro, como bien dice el Reverendo Nakahashi, el trabajo está sólo en su comienzo.

 

Ya vi también en una hacienda ubicada en una región bastante alta (1.200 metros de altitud), cerca de Caconde, muchas matas de café en medio de la maleza, cuyas semillas fueron llevadas por los pajaritos. Una enorme cantidad nació sola y se produjo muy bien, aunque nunca ahí el suelo haya recibido abono o la maleza fuera arrancada. Mi administrador llegó a decir que, en esa hacienda, había más de un millón de matas de café nativo. Es como mucho!!!

 

Tanto es así que, después de observar esa plantación espontánea, resolvimos simplemente arrojar la semilla, realizando un proceso opuesto al que hacíamos antes cuando preparábamos la muda en un saquito plástico (todos deben conocer ese proceso) y en seguida limpiábamos el terreno con el fuego o con el tractor. Entonces hacíamos los hoyos y trasplantábamos las mudas. Luego, íbamos siguiendo el desarrollo del café, desmalezando el suelo, abonando, matando las plagas. Era un trabajo penoso. Ahora todo es muy simple.

 

Parece hasta broma, no? Los otros cafeteros y también los agrónomos encuentran que nuestra conducta es absurda.

Actualmente yo ya tengo, germinando y creciendo muy bien, un café cuya semilla fue arrojada hace catorce meses. Nuestro trabajo es sólo de seguimiento, limpiando una rama de árbol aquí, otra allá. Vamos sólo conduciendo el desarrollo del cafetal.

 

Quiero además agregar que este año (1998), arrojamos 480 sacos de semilla, distribuidas en las diversas áreas que tenemos.

 

Creo también que mucha gente va  a seguir ese camino. Incluso otros agricultores ya están lanzando semillas en medio del pasto y de la vegetación.

 

Es un método muy simple, diferente de otros que exigen abono y preparación anticipada del suelo. De acuerdo con ese proceso, nosotros sólo arrojamos la semilla, damos la espalda y regresamos para cosechar. Se reduce gradualmente el trabajo y cambia el ritmo de una hacienda.

 

Tengo también, en caso que ustedes quieran, algunas fotografías para mostrarles.

 

Me siento, de hecho, muy contento y orgulloso con la experiencia de la Agricultura de la Gran Naturaleza, que estoy logrando realizar.

 

Muchas gracias!

Después de años de dificultades en relación con el plantío convencional (con el uso de agrotóxicos) y no obtener éxito con el plantío orgánico el señor João optó por la Agricultura de la Gran Naturaleza al conocer la Enseñanza de Meishu Sama. Incluso pasando por un difícil período de desintoxicación de las plantas, el señor João perseveró y ahora comienza a cosechar los frutos de su decisión. Ha tenido cada vez más resultados positivos en su plantación y su producción aumenta gradualmente. Su café tiene un sabor excepcional y es muy valorado en el mercado nacional e internacional.