Enseñanzas de Meishu Sama: Lentitud
El cerebro del hombre de hoy funciona muy mal, o sea, trabaja lentamente, debido a la gran acumulación de toxinas en la cabeza y en el cuello. Es preciso, pues, antes de todo, eliminar las impurezas solidificadas en esos puntos.
Yo, por ejemplo, no sólo tengo el cuerpo liviano, sino también una capacidad perceptiva rápida pues estoy siempre auto transmitiéndome Johrei para que mi cabeza pueda trabajar con eficiencia.
Ahora mismo, antes de llegar aquí, sentí, al vestir el kimono, que el cuello estaba un poco suelto y comenté ese hecho con mi asistente. Ella me dijo que, si lo comparaba con los otros, no encontraría diferencia alguna. Le pedí entonces que usara una cinta métrica, pues tenía la seguridad que el cuello no estaba bien. En verdad, había una pequeña variación, correspondiente a tres centímetros, que la empleada no había notado por tener la cabeza muy lenta. Yo, sin embargo, fui capaz de percibirlo porque poseo no sólo el cuerpo, sino también un raciocinio muy rápido, además de una sensibilidad muy aguzada.
Es por eso que siempre estoy alertando a todos sobre la importancia de mantener el cuerpo liviano y una cabeza ágil. Deben, por lo tanto recibir y auto transmitirse mucho Johrei en ese lugar, para estar más alertas y dinámicos. Así podrán resolver con mayor claridad y agilidad los problemas. De esa manera, se disminuyen los errores y la vida se hace más agradable y tranquila.
Otro aspecto hacia el cual quiero llamar la atención es el aumento de los accidentes de tránsito, cuya principal causa reside en la falta de agilidad mental. Con muchas toxinas acumuladas en la cabeza, resultantes de las innumerables preocupaciones que afligen a las personas en los días de hoy, nadie tiene condiciones para decidir rápidamente qué actitud tomar en momentos de peligro. Por eso, una vez más insisto: es necesario mucho Johrei en la cabeza para que la mente esté clara y el raciocinio ágil y lógico.
Extracto del Libro: Enseñanzas de Meishu Sama, El Arte del Johrei, pág. 131.