Enseñanzas de Meishu Sama: Fe y libertad

Ninguna institución religiosa debe jamás limitar el libre albedrío de sus miembros com el fin de defender los propios intereses, tampoco amenazarlos con castigos de orden espiritual, lo que sería una actitud realmente imperdonable.

Mencionaré un ejemplo que bien aclare esta situación a que me refiero. Cierta vez, me busco una persona diciendo que desde mucho formaba parte de un núcleo religioso. Pero, a pesar de manifestar una devoció sin precedentes luchaba a menudo contra problemas de salud y la familia no lograba liberarse de la purificación de la pobreza. Dicha situación, le hicieron perder la fe poco a poco. Sin embargo, cuando quiso abandonar la creencia que profesaba, su dirigente la amenazó con terribles predicciones. Por esa razón, vino a consultarse conmigo. Le expliqué, sin recelos que la religión a la cual pertenecía, no hablaba la Verdad, por lo tanto, cuánto más temprano la dejase, mejor sería para ella.

Desafortunadamente, hay en este mundo religiones que adoptan el terror como una maniobra para que no se reduzca el número de seguidores. En nuestra doctrina, tal hecho no ocurre, pues hay una total libertad de acción, donde uno puede tomar la decisión más correcta a su vida. Además, siempre digo a los miembros que busquen principalmente conocer a otras organizaciones religiosas, pues si así encuentran algo que les parezca superior o mejor que la Mesiánica, podrán a ella convertirse sin miedo de caer en pecado. La voluntad de Dios es exclusivamente, que los hombres se salven y sean felices.

Extracto del Libro: Meishu Sama, Palabras del Cielo, volumen I -Iniciación- pág 50